viernes, 12 de noviembre de 2010

QUIEN INTENTE GUARDAR SU VIDA...

Las lecturas del final del año litúrgico dan un poco de miedecillo, porque vamos a ver: ¿quién no intenta guardar su vida? Quien no lo hace algo le pasa. La vida la recibimos y lo más normal-habitual-lógico es intentar guardarla. A veces pasa que pesa y duele tanto que se nos hace insoportable. Pero quiero hoy pensar en ese deseo de conservarla, de guardarla, de disfrutarla que todos, de una u otra manera, compartimos. Sin embargo el evangelio de la misa de hoy parece amenazar ese deseo legítimo: "Quien intente guardar su vida, la perderá" dificil, pero para ponewrlo peor viene la segunda parte de este versículo: "Quien la pierda la conservará"
En realidad, como siempre y en todo, se trata de un orden nuevo, de un modo nuevo, de unas preferencias y prioridades nuevas. la novedad de Jesús.
Guardar, perder, conservar, ...
Guarda, mi Señor, nuestra vida
que la perdemos en ti para ganarla en la eternidad.
¿Qué tendré hoy entre manos necesitado de darle la vuelta? ¿qué idea estaré defendiendo y tendré que perderla? ¿qué merece la pena, si no tú Señor, guardar en el corazón como un tatuaje?

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