sábado, 27 de noviembre de 2010

ALEGRÍA

Mi morada está en tí, Señor,
mi centro, mi origen, mi hogar.
No tengo otra casa,
sólo tú eres mi herencia,
mi raiz.
En ti encuentro mi alegría,
la alegría que he buscado
en la seguridad y
en las promesas cumplidas,
donde nunca se encuentra.
La que se busca en los abrazos
y en la buena fama,
en el honor, la virtud
y el deber cumplido,
pero tampoco se queda
si es que se encuentra.
Esa alegría por la que
se gasta la mitad de la vida
viéndola en el horizonte,
pero sin alcanzarla,
llorando por las tardes
su eterna ausencia.
La alegría que se descubre
en la audacia del abandono,
en el peligro de la entrega,
en la osadía de la confianza.
Ahí donde no soy
pero Él si,
ahí dónde no puedo
pero Él me hace fuerte.
Ahí estás alegría
al alcance de mi mano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario